Como pasa el tiempo de rápido, ya ha pasado un año, muchos me dicen que he vivido en un año lo que a muchos les toma media vida; que he enfrentado las batallas, luchas y miedos más profundos del ser sin saber y al enfrentarlas ingenuamente se resuelven sinceramente, que la valentía no siempre se construye ni se aprende simplemente se consigue en los momentos que se requiere por verdadera bendición.
Hace un año exactamente tuve que enfrentar en un solo instante todos mis miedos, todas mis frustraciones, mis angustias, mis limitaciones y por un instante dejar salir por primera vez un sentimiento inaudito, uno indescriptible y quizá irrepetible, la escena es más que de pavor, tiene el latido del corazón en suspenso y el vacio eterno en el estomago que te hace sentir el miedo a lo desconocido, el miedo a enfrentarte finalmente a ti mismo, iniciar el trazado de mi Ruta Desconocida.
Fue como si soltara una palabra al aire y que en lugar del viento soplara un huracán, que lanzada la mirada la voz se entrecortaba, buscando un trago de algo de beber que quitara el asfixiante, que dejara de nuevo palabras en mis cuerdas vocales y que el alma regresara al cuerpo intacta.
¿Liberación? No creo, más bien sanación, consideración y verdad, pero también dolor, desconocimiento, cambios y hechos que no sabría a donde llevarían.
Dios, ha pasado ya un año!! Como vuela el tiempo, fueron días de truenos y tormentas, de furia y desconsuelo que por un instante parecieron llevarme hacia la desembocadura del barranco donde caería estrepitosamente en auto lanzado premeditado, solo Dios de veras logró amarrarme, fortalecerme y mostrarme una y otra vez que mis tesoritos aún estaban ahí, que estaban para mí y que yo debía estar para ellos, que debía luchar firmemente, enfrentar todo aunque no tuviera los mismos recursos ni las mismas fuerzas, y como el fénix lo intenté… y acá estoy, sigo luchando, aun hay muchas cosas delicadas por resolver, pero no estoy solo, las personas me ven, y miran y observan mi historia de vida, una historia de verdad, una vida de hechos y no solo de palabras, de demostraciones y realidades, no de imágenes inventadas.
Acá estoy y seguiré por el camino que Dios trace, se que debo enfrentar aún un par de cosas este año que serán difíciles, pero con la verdad de mi lado y con si Dios conmigo quien contra mí?. “La verdad os hará libres” libres para compartir, libres para ser transparentes, libres para amar y dar a los demás el derecho de vivir en paz también. Y lo mejor de todo, no estoy solo, la gente buena que me estima sigue ahí algunos más cerca que otros, pero ahí están, y eso se puede decir es una ventaja competitiva pues la unión hace la fuerza.
Un año pasó y otros vendrán por delante, vivo para intentar llegar al final del camino y llegar de la forma correcta y de la buena manera, que cierre los ojos un día en paz, pero hasta ese entonces lucharé, viviré para mis dos tesoros y compartiré con los que lo deseen mi razón de vivir la de amar a Dios sobre todas las cosas y a mi prójimo como a mí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario