miércoles, 8 de agosto de 2018

Carta al Viento

Es extraño escribirle al viento,
porque se lleva todo y no sabes a donde,
te deja en visto en el camino,
y si escuchas truenos
piensas que lloverá,
entonces sueñas y te ilusionas,
pero aunque te quedas en la espera
te enteras que la lluvia cayó en la montaña
y yo estoy aquí sentado en la ciudad.

A veces veo los relámpagos de su sonrisa,
a veces siento los soplidos
de sus labios jugando,
pero se quedan lejos de los míos
y así, amor mío, es muy difícil besar.

Le escribo una vez más al viento
a ver si me escucha,
le dibujo letras que para mi tienen sentido,
pero el viento las sopla
como las plumas cuando reciben viento desde abajo,
despacio, caen,
te quedas atónito mirando,
susurrando mientras caen.

O como la hojas que caen desde un árbol,
anunciando su caída
pero quedan ignoradas
por el transeúnte que pasaba por ahí,
porque parecen sólo hojas cayendo,
pero son uno y cada uno
de los latidos de mi corazón por ti.

Le he escrito una vez más al viento
y si viene y me descubre 
o me encuentra
me derretirá con su sonrisa
me dejará ver su desnudez contra las nubes
pero aunque salte
mis dedos no alcanzan tan alto
y no le logran tocar.

¡Ay pluma, dedo, tinta!
otra vez le escribí al viento,
desgastado por el tiempo
se marcha lejos,
aunque aún le veo 
entre la tenue luz que queda
me deja ahí, caído, casi dormido,
cansado de tanto perseguir su sombra,
de mirar en el espejo de reojo para ver
cuando desviste.

¡Ay vida!
Que te vas marchando entre telones,
que te vas marchando
y yo sigo aquí esperando,
¿hasta cuando?, no sé,
quizás hasta que el viento regrese
y me bese,
me juré que se quedará soplando en mi mejilla
para siempre;
o hasta que se gaste mi tinta,
esa tinta de mi corazón
con la que te escribo a diario,
con la que te escribo tanto
a ti, mi amado viento.

08/08/18
De: Las Cuatro Estaciones de un Abeto en la Montaña.
Por: Luis Barboza.

martes, 3 de julio de 2018

Caso cerrado,

La vida está hecha de un montón de circunstancias y situaciones en las que muchas veces no tienes idea ni poder de decisión.

Cuando existes en esta vida única e irrepetible, te puedes enfrentar a todo, desde los momentos más maravillosos hasta los más inesperados o incluso los más dolorosos.

A través de mi vida me ha tocado vivir cosas que la mayoría ni siquiera se imaginaria vivir en 2 vidas, pero así me tocó. Dios sabrá porque, él tendrá claras todas las razones y las respuestas a cada una de mis preguntas. Ahora me quedan un montón de dudas, de sentimientos encontrados y hasta vacíos en el estómago, porque una vez más la vida me deja seguir adelante en un camino que se presentó sin aviso y que aún hoy sigue ahí subiendo montañas, cruzando valles y esquivando las curvas, que incluso peligrosas no me aclaran a cual horizonte me llevan.

Pero entre todo, aunque me queda un poquito de fe y mucha esperanza, por las bendiciones que a pesar de todo lo qué pasa en mi, Dios sigue obsequiándome bendiciones.

Pues si, ahí seguiré buscando, porque el que busca encuentra, el que lucha y siembra cosecha, el que espera alcanza. Me acompaña ahora un nuevo sentimiento y deberé enfrentarlo, digerirlo y procesarlo, porque está ahí, no puedo simplemente ignorarlo, pero aunque me asuste o me sienta extraño, no temeré pues sé que Dios seguirá conmigo.  Es una ruta de un destino que se trazó desde antes que naciera, y debo caminar hasta donde el camino acaba, hasta donde las luchas lleguen, hasta donde el amor en mi corazón se eleve al nivel en que no impere ya la incertidumbre, sino la eterna luz, y la tranquilidad de haberlo intentado todo y quedar en paz.