miércoles, 4 de noviembre de 2009

D:4/11 - Entre aros está el asunto

Día contrariado, círculos rondan mi mente, giros que confunden mi corazón, sentimiento sinsabor. Que aunque comprende la razón, no puede ayudar a otro corazón necesitado pues no está a su alcance, y pareciera mejor pasar de lejos sin tocar su presencia, dejar su espacio libre para que brote tranquilamente y no sea perturbada.

Quisiera volar lejos por un instante, esconderme en la neblina, desaparecer unos segundos y dejar que unas gotas de mis ojos rocen mis mejillas y toquen mis labios lentamente; detener mi respiración temblorosa, que con recelo camina lenta y sigilosamente para no llamar la atención, latidos inoportunos del corazón taquicárdico. Y es que, entre aros está el asunto, dorados que quedaron en el camino, que rompieron las manecillas del reloj veinticuatro lunas llenas atrás y los otros que desde infante me acompañan y delimitan.

Es mordaz al paladar del camino, pues totalmente en contraposición, otros aros totalmente diferentes pero siempre presentes, se anteponen en la ruta, con una esperanza, una idea de milagro, una que al menos claramente desde año y medio de mi vida y unos veintiocho años atrás recuerdo y traigo en mi memoria, el deseo, el anhelo, el sueño de que tenga la expectativa, que en la antigua capital, año a año voy pidiendo, bendita agua limpia mis pupilas y me da impulso para soñar otro año más que algún día se cumpliera, “he ahí el dilema”, aros que se atropellan este día, ambos para recordar, uno que me da responsabilidad, dos alegrías y a la vez tristeza; otro una esperanza de dejarlos atrás y ver un mundo diferente, uno que la mayoría ve a menudo e ignora, lo tienen y no lo valoran, pero es uno que yo no conozco y que muero por conocer.

Oro por lo que he dejado, para que no haya sufrimiento, sino que tenga la dicha y la bendición, la esperanza de un nuevo amanecer; oro para que la esperanza que hoy me dan e inicia, pronto coloque delante de mí, colores nunca imaginados, imágenes jamás pensadas, letras nunca leídas, figuras antes no delineadas, brumas y neblinas que tendrán forma, aros que solo opaquen la luz cuando lo desee, luz que brille y me deje brillar.

Día contrariado, a pesar de eso, un día a superar, de la mano de quien la tienda y me sostenga, un pañuelo para el brote de mis ojos, positivo ante la esperanza en pie de lucha estoy.