viernes, 19 de octubre de 2012

Carta 19 de octubre


Estaba Dios sentado en su trono en el cielo, miró hacia un lado y me dijo “Luis, ya es hora de que vayas a experimentar ese mundo, que aprendas y que cumplas tu misión, luego, cuando lo hayas logrado, regresa acá y cuéntame todo detalladamente, eso si, anda y ama, y regresa con las manos tan llenas de estos dones que te he dado, tan usados como te sea posible.”, entonces cuando Dios me brindó esa oportunidad de hacerlo: yo estaba listo para nacer.

Me estaba enviando a conocer y vivir esta vida con grandes metas por cumplir y con grandes pruebas para superar, llena de increíbles aventuras que muchos tan solo sueñan y que Él ya había preparado camino para que yo pudiera tenerlas al alcance. EL sabía que no iba a ser sencillo, ni fácil, pero que tenía que ser así para cumplir un propósito que EL tenía para mi.

Entonces me aliste, preparé todo, y justo antes de que yo iba a dar el salto para venir, Dios me detuvo… se quedó pensativo un momento y me dijo “Luis, hay algo importante que debes saber…”, ¿Qué Señor, dime?, “El asunto aquí es, querido Luis, que no va a ser nada fácil, es más… va a ser muy difícil, tendrás que ir cuesta arriba con muchas cosas casi todo el tiempo, pasarás momentos de sufrimiento y dolor, tendrás limitaciones y debilidades. También habrán cosas muy bonitas, pero tendrás que luchar para conseguirlas, pues el mundo es muy complejo, difícil y cruel; así como te he creado, así como  vas tu para allá, te será más difícil aún, te rechazarán, te harán a un lado, te humillarán y se burlarán de ti, y todo esto pasará desde muy temprano en la mañana hasta ya quizás medio día”.

Dios me miró un poco preocupado, con sus ojos tiernos y su rostro brillante como siempre, lleno de amor. Yo lo miré y me entró un miedo enorme, me puse a sudar y muy nervioso le dije: Señor: ¿Será que puedes darme una manita para poder salir adelante con esto? EL sonrió enormemente y me dijo: “¡Pues claro que si querido hijo mio! Te prometo que nunca estarás solo, YO personalmente te acompañaré toda tu vida tomado de tu mano, caminaré a tu lado y te alzaré para cruzar, pondré gente buena cerca, te enviaré dos ángeles para que tu los cuides y uno celestial para que te cuide a ti” Yo le dije: ¡Gracias Señor por ser tan bueno conmigo! Eso definitivamente me dio confianza.

Pero Dios no conformándose con solo enviarme a nacer así como soy y con todo lo que me había dicho y prometido, me dijo algo más, me dijo: “Luis, además de eso te daré un regalo muy especial: te enviaré una persona maravillosa que te cuidará todo el tiempo, te protegerá y rezará por ti siempre, te levantará cuando caigas, cuando se burlen de ti te abrazará, cuando te minimicen te dirá tus fortalezas y virtudes, cuando llores te consolará, y cuando llegues a medio día te dirá “así como eres, así te amo, sigue adelante” y te apoyará siempre.

Yo le dije: Señor: ¿Cómo alguien que no me conoce puede ser tan buena persona conmigo? ¿Cómo alguien que no sabe como yo soy y voy a ser puede aceptarme tal como me has hecho?, ¿Cómo alguien puede amarme teniendo yo tantas complicaciones?. Una vez más, Dios sonrió y me miró directamente a los ojos y me dijo: “Querido Luis, hijo mio, ¡eso es lo maravilloso de esta persona tan especial que te voy a dar!,  tu le honrarás y respetarás”.

Yo le pregunté, Señor: y ¿cómo se llama esa persona?, Él me dijo: ”Se llama Lidiette, la gente le dice Yeti, pero tu Luis, tu le dirás: mamá”.  Entonces sonreí y muy confiado ¡salté!: fue ahí cuando nací.


Hoy mi mamá está de cumpleaños y aunque ya pasó el medio día, ella sigue acá acompañándome en mi camino, recordándome que siempre se puede seguir adelante, que tengo su apoyo y el de muchos más y que poco a poco las cosas van mejorando.

Gracias mamá por haberle dicho a DIOS que SI me aceptabas como tu hijo, así tal y como soy, con mis virtudes y defectos, con mis fortalezas y debilidades, ¡con todas y cada una de mis cosas!

Yo te estaré eternamente agradecido. ¡Feliz Cumpleaños! ¡Te amo, mamá!
Tu hijo, Luis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario