viernes, 1 de julio de 2011

Amaneceres

Con el agotamiento en los hombros y cintura, de recorrer caminos intransigentes, durmiendo entre telas cegadoras sin relieves, con texturas extrañas y pálidas, caminos y rutas donde se desplomaban las voces de las rocas al paso y el polvo solamente sabe moldear mejillas y pupilas con sus granitos desgastados de ideas. Con el oro solamente pintado en las paredes, recorriendo caminos con sequedad desértica y labios sin oasis a la vista, sin aliento, sin sospecha de levantar la mirada, descargando todo el peso del cansancio en los párpados que miraban al suelo escondiendo cualquier momento reconocible, sin saber cómo retener la frente viendo hacia adelante al menos cierto instante.

Tan solo unos minutos en la alcoba elevada, rodeado absolutamente por todos los costados y en todas las direcciones exclusivamente por la soledad, llenando el pecho de aire casi incandescente, a puño cerrado con la vista aglomerando lágrimas y el pecho estripando cada gota que se hiciera concreto para que no saliesen solas, exploto fugaz la amargura entre ríos por doquier hacía cualquier parte del cuerpo.

Justo cuando se cree la forma de hace calculable y manejables situaciones como cuando se tocan los botones simples de un teléfono, se mintió a sí mismo soñando con normalidades y serenidades, pero en sus sueños yacía escondida la verdad y está lo terminó encontrando escondido detrás de aquella sencilla máscara en la que intentaba continuar desapercibido.

Al fin y con el peso de un par y medio de calendarios a cuestas, se abren los ojos aquella mañana y por fin logra ver el amanecer, y aunque gris por lluvia, radiante por la alegría inmensa en el corazón se desbordó a saltos incontenibles como cuando se es besado y sencillamente viendo tenues azules filtrados entre la poca luz que atraviesa la ventana hasta tu espalda. la presencia espiritual más allá de lo físico, y desde entonces reposo en tus brazos al encontrarte, cayendo derrumbado ante tus caricias mis piernas tiemblan de emoción al verte venir, y si de rebote escucho tu voz, aun sin verte, mi corazón se quiere salir sin pensarlo dos veces para saltar hasta tu pecho, donde sabe que encontrará seguridad y alivio.

Al verte llenándome misteriosamente de bellezas antes desconocidas y luciendo como la joya más importante que hubieses encontrado, heme aquí soñando construcciones maravillosas de vida y por fin continuar teniendo esos inolvidables y estupendos amaneceres.

(#3 – Junio 30, 2011
de "Cavilaciones de mi existencia")

4 comentarios:

  1. excelente trabajo! me ha encantado su poesia tan honesta, tan natural ... tan humana .... felicitaciones por un blog tan genial

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  2. Muchísimas gracias Elizabeth.
    Los poemarios los puedes descargar en PDF para verlos completos de:
    http://es.scribd.com/luisbarboza_crc
    o verlas en formato revista web:
    http://www.issuu.com/luisbarboza

    De nuevo, muchas gracias por su tiempo para leer lo que escribo. En facebook tengo más nuevos :)

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  3. he estado leyendo sus poemas de ilusión intento de poema ... simplemente geniales :)

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  4. Muchísimas gracias Elizabeth, me alegra mucho. Ojala tenga tiempo y lea todos los 3 que estan ahí, pronto saco el 4to y lo pongo a disposición. Gracias.

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