martes, 4 de agosto de 2009

Cuanto puede sentir un corazón antes de explotar por tanto amor?

Crees que la vida inicia cuando eres capaz de hacer todo por tu cuenta?. Pero, al inicio de tus días te ponen en un pañal y empiezas a ver que a tu alrededor hay más cosas de las que puedes manejar a la vez, somos tan frágiles que necesitamos que nos ayuden en todo, la etapa de bebé quizá es la etapa de la vida más significativa de nuestra vida en el sentido de que la dependencia física es total y lo único que somos capaces de hacer por nosotros mismos sin permiso ni displicencia de nadie es “popo”, además de eso somos capaces de hacer algo inusitado que ni siquiera entendemos: somos capaces de hacer la mayor felicidad de al menos un ser humano en este planeta, hacemos felices a nuestro padre y madre.

Ellos nos ponen en el camino, nos dirigen y con sus limitaciones y errores nos dan todo absolutamente todo para que seamos felices, y en el intento dan grandes logros y también fallan, mismas que son totalmente aceptables por la naturalidad de nuestro corazón, sin que nos demos cuenta, eso es porque lo hacen con tanto amor que lo que logramos captar es el sentimiento que se desprende en el aire y capturamos dentro de nuestra alma, misma que llamamos “corazón”.

Pasa el tiempo y nos hacemos “independientes” intercambiamos nuevas experiencias con nuestro entorno, tal cual si fuésemos dueños de todo lo que nos abruma, somos los amos del destino y creemos que todo es tan en nuestra contra y entonces luchamos por salir airosos de la adolescencia tratando de no dañar a nadie o de que no nos dañen, cometiendo tantos errores simultáneos que podríamos imponer record Guinness, asumimos que la mayoría de las cosas que hacemos es correcta, nuestro ambiente nos marca y el mundo nos recibe sin perjuicio de causa.

Sigo mi camino y comienzo a tomar verdaderas decisiones, aunque yo no las pidiera tener, crees que ya maduraste, pero “ja-ja” me rio y me burlo de la creencia pues no tenemos la más remota idea de lo que es madurez.

He notado que tanto más camino, más encuentro; me pregunto: ¿es tan sencillo atraer hacia mí lo que quiero cuando lo quiero? Tal vez si, a pesar de que una década va y viene, espero y deseo, irrumpo y derrumbo, camino, construyo, avanzo, ante tanta variedad de inusitadas reacciones que brotan de mi corazón.

Pero llega el punto que encuentras las máximas de “felicidad” sin conocer el verdadero sentido de la vida: el amor, el darse sin control ni restricción, sin miedo a perderse en la inmensidad de un universo paralelo que siempre ha existido ahí y que sin aceptar intenté rechazar, que no dejaba ver porque enconchado trataba de sentenciarlo a desaparecer para siempre…no es tarde… sigo siendo el mismo pero ahora el sentimiento es recibido y bienvenido , porque dejo que no me limite mi mente ni manipule mi pensamiento.

…y como decían en matemática: en seis, tres es a uno como uno es a tres conmutativamente hablando, y ahí en la intersección del conjunto descubrí que puedo ser tanto como quiera ser y que aunque el tiempo esté en contra y el mundo rebote en su grado 23°, lo debo usar para amar aunque el ágata no se preste, amar hasta que me duela, que cada lágrima cuente, que cada suspiro sea lanzado al aire con un receptor aunque no lo sepa, que cada mirada se pierda en el horizonte esperando ser atrapada por una pupila dispuesta, que cada movimiento sea sentido hasta el éxtasis inmuto.

Hoy siento mi corazón tan lleno por el granate que me rodea, que no se si llorar o reír, que estar tan contrariado no debe de ser, porque insiste en frenar o destruir mi momento, que el sentimiento interno sobrepasa mi capacidad de entendimiento, entre el sufrimiento por la sociedad ingrata y por la autonomía del ambiente que me protege, me deja sin aliento y casi antes de desfallecer en el abismo sin sentido me impulsa a levantarme de nuevo y pensar con todas mis fuerzas: cuánto puede sentir mi corazón antes de explotar por tanto amor?

2 comentarios:

  1. Totalmente identificado con ese sentimiento. Pero resulta que el corazón no explota: simplemente crece y crece, aumentando su capacidad de amar cada vez más.

    ResponderEliminar