miércoles, 30 de mayo de 2012

Sin morir hoy, viviré mañana


Año 1988, quien iba a pensar que ha pasado tanto tiempo desde entonces; aún me encontraba apunto de terminar el colegio llevando el quinto año, descubriendo a penas que el colegio además de aprender también servía para divertirse y que ya estaba por concluir.
Intentando entender tantas cosas que no sabía donde me llevarían, en apogeo de adolescente con todo lo que eso implica, creciendo…

Allá entonces pensé durante unos años que probablemente no vería llegar mis 40, no se porque escogí ese número de edad exactamente, pero si las razones que me agobiaban, sabía que sería difícil llegar, enfrentaba todo al mismo tiempo y con poca guía, sufriendo en lo desconocido y lo que no tenía explicación, todo esto en el silencio de mi corazón. Supongo que todos de una u otra forma pasamos por eso. Sin embargo, Dios puso gente importante de apoyo a mi alcance, una de esas personas muy especial, alguien que llegó y me ayudó un poco a organizar ideas y saber que a pesar de las dificultades se podía ir paso a paso, aún sin conocer las razones de fondo, hoy esa persona no me dirige palabra, incluso hace unos meses atrás pensé que no era para tanto que eso me hiciera sentir así, pero la verdad cuando llegas a considerar alguien como un segundo padre, siendo sincero, aun me duele de verdad, pero Dios sabrá las razones que le impulsan a no considerar la persona integral.

A pesar de todo, pasaron los años y recibí muchas bendiciones: entre esas poder conocer más a fondo una persona muy especial, llena de virtudes, muy espiritual y con un enorme corazón, ella se convertiría en la madre de mis hijos, y a pesar de que hoy por diferencias que la vida nos enfrenta, vamos por caminos distintos, le sigo agradeciendo profundamente y con gran aprecio que me diera a las personas mas increíbles y maravillosas de este mundo, mis dos hijos: María Laura y Kevin, en quienes deposité mi amor completo, pues desde que me enteré de que María Laura vendría al mundo solté a llorar de alegría y aunque difícil su nacimiento nunca olvidaré llegar a la incubadora y hablarle suavemente, y ver como reconoció mi voz y dejó de llorar por un buen rato, fue increíble! Luego llegó Kevin a quien tuve el privilegio de ser el primero en alzar recién salidito al mundo y así como llegó le di beso en la frente y bendición para la vida. Verlos crecer ha sido la aventura más hermosa que alguien pueda vivir y estoy muy agradecido con Dios por darme esa maravillosa oportunidad.

Enfrente esos años atrás con gran intensión de hacer las cosas lo mejor posible, como siempre habrá gente que te apoya y gente que no, si todo fuera fácil que aburrido sería no? Me dediqué a la familia, al trabajo y al estudio, intercalando todo esto para lograr llegar a tener una profesión, o bueno, un título que me acreditara como tal: esa misma persona que mencionaba al principio me dijo una vez: “Luis, el profesional no es el que tiene un título, es el que hace las cosas bien, con dedicación y de manera profesional”, ¡sabías palabras!

Creo que he logrado alcanzar muchas metas que me he propuesto poco a poco, esforzándome por dar lo mejor de mí en cada proceso. 

Hoy 30 de mayo de 2012 estoy llegando a mis 40 años de vida, dicen que son los mejores años para el hombre, hacía adelante vienen los años para irlo descubriendo, pues todos estos años atrás han sido muy buenos años con todo y todo como dicen, así que solo buenas perspectivas me puedo imaginar. Pues he logrado creo, hacer más cosas de las que había pensado lograría vivir hace “veintitantos” años atrás.

Atravesé dificultades en la escuela, en el colegio, en la adolescencia, en la entrada a la etapa de adulto, y aún en los últimos años me ha tocado una etapa en la que he enfrentado muchos cambios a la vez que inesperados, y sin embargo, Dios me tendió la mano o creo que todo el brazo completo, para sostenerme y seguir adelante viviendo esta maravillosa vida que el me dio para eso, para vivirla.

Quizá haya por ahí muchos que aún hoy me señalen, que me critiquen, pero ¿eso que importa ahora? Igual si consideras que haces bien las cosas la gente te critica, te señalan y te quieren destruir y si por el contrario cambias te siguen criticando y señalando igual, así que el enigma está resuelto el problema nunca he sido yo, el problema siempre han sido las personas que por apatía, envidia o ignorancia entre otras razones no aceptan lo que uno es como persona y por tanto ellos fallan al valorarte, así que cero estrés con esa gente y ellos son los que tienen realmente un problema que resolver.

Hoy, vivo caminando por este nuevo camino, esta ruta que en algún momento llamé mi “Ruta Desconocida” y que ahora apenas comienzo a comprender poco a poco, con cada gota de sudor que lanzo para superar las dificultades y alcanzar las metas, con cada lágrima que derramo en mi mejilla ya sea por alegría o por tristeza, por cada sentimiento que me embarga y acoge, por cada espacio en que puedo mirar con la frente en alto.

Miro atrás y sé que ha sido duro, que pensé firmemente que no lograría ver este día y ya ves, tú tenías dispuesto cada día de mi pasado, y tienes dispuesto cada día de mi futuro en el cual confío plenamente estar a tu lado mi Dios, en cuyo presente hoy estoy agradecido.

Sin morir hoy, viviré mañana… y aun si muriera hoy diría: gracias Dios mio por que no se como agradecerte que me hayas dado tanto, tanta vida, tanto amor, tanto que compartir, tantas personas lindas a mi alrededor, tantas personas para amar.

Gracias Señor Dios Padre Celestial por que me has puesto en un lugar privilegiado, en el lugar que debo estar; gracias por dejar que mis hijos sigan a mi lado tan cerquita de mi, compartiendo nuestras vidas, tristezas y alegrías, todas y cada una de las etapas que nos fortalecen para crecer como seres humanos. Gracias Dios por darme a quien amar, sentir y compartir el resto de mi vida, por tanta bondad que me rodea, por tanto y tanto amor que has puesto a mi alrededor, y sobre todo y por encima de todo por que siento tu amor en mi alma, siento como cobijas mi corazón cuando me siento triste, siento tu sonrisa cuando yo estoy alegre y mi espíritu se regocija en ti, gracias por un día tener ese pensamiento de crearme y ponerme en esta Tierra, estoy luchando por demostrar lo mejor de mi para ti,  gracias por amarme tal y como me hiciste aquella vez que lo pensaste, por amarme como solo TU Señor me lo has demostrado todo este tiempo.

Ahora celebraré mis 40 años de forma tranquila rodeado de quienes amo, agradeciendo a todas las personas que han demostrado su cariño, a mis padres, mis hijos, mis hermanos, cuñadas, primos, primas, tías y mis amigos, en especial también a mi nueva familia que me ha sostenido y amado tanto, la que me viene apoyando desde todo este tiempo atrás de dificultades y unas cuantas alegrías, alegrías que estoy seguro van a ir aumentando, gracias a quien amo tanto y que me hace suspirar, sentir, vibrar, vivir.
Ahora en alcanzado esta meta que veía tan difícil, y como muchas otras en las que he dudado antes por falta de fe en mi mismo y en lo que Dios me ha fortalecido, que con la experiencia que he ganado estos últimos años y sabiendo que viviré un día más, uno a la vez. Teniendo en mis oídos las especiales palabras:  “La vida comienza a los cuarenta”; con esto entonces iniciaré esta nueva oportunidad de seguir rehaciendo y construyendo mi vida.

Viviré cada vez que tú me permitas respirar con el alma en el cuerpo y hasta donde lo dispongas cuando un día despiertes y digas: “Luis, ven junto a mí”, hasta ese día viviré agradecido contigo, pues luego te lo agradeceré en persona Padre Celestial.

Luis Barboza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario